Descripción
Excepcional escultura de bronce patinado que representa al rey Enrique IV de Francia de joven, obra del escultor franco-monegasco François Joseph Bosio. A nivel estilístico, la obra parece inspirarse en el clasicismo y el realismo renacentista, evidenciado en la precisión anatómica y en el tratamiento minucioso de los ropajes y accesorios, incluso en la pose de contraposto. Muestra una excelente calidad en la fundición y en el pulido, lo que permite que la luz resbale suavemente sobre las superficies, resaltando los volúmenes. Su rostro está modelado con realismo, con facciones finas y juveniles. La expresión es serena pero firme, en la que destaca la mirada levemente desviada, que añade un aire introspectivo o de reflexión. El cabello está trabajado en suaves ondas. Viste un atuendo característico de la nobleza del siglo XVI, compuesto por un jubón ceñido con botones y una discreta gorguera. El tratamiento del textil en el bronce es magistral. Sostiene una espada como símbolo de su estatus guerrero y su futuro papel como monarca.
Se asienta sobre una base cuadrada, también de bronce patinado, sobre la que se encuentra la firma del escultor, y en un lateral la fundición: Sociedad de bronce de París. Esta fundición fue reconocida desde el último cuarto del siglo XIX hasta, aproximadamente, 1930. Fundada en el n.º41 del Boulevard du Temple, sus talleres se ubicaban en el n.º117 del Boulevard Voltaire. Fue utilizada por numerosos escultores ampliamente reconocidos.
La escultura original se presentó en el Salón de 1822 y tuvo gran éxito a lo largo del siglo XIX siendo reproducidaden las mejores fundiciones francesas como Barbedienne y Susse Frères. Existe, además, una escultura en plata realizada por Charles-Nicolas Odiot (1789-1869) y conservada en el Museo del Louvre, titulada “Enrique IV niño” y fechada en 1824. (https://collections.louvre.fr/en/ark:/53355/cl010089377).
François Joseph Bosio (Mónaco 1768 – París 1845)
François Joseph Bosio fue un escultor monegasco, artista oficial bajo el Primer Imperio Francés y la Restauración. Fue alumno del escultor Augustin Pajou y trabajó primero en Italia para la Iglesia en el decenio de 1790. Más tarde fue contratado por Vivant Denon en 1808, que le confió la ejecución de los bajorrelieves de la Columna Vendôme, sita en la Plaza Vendôme de París, y de ser el retratista de Napoleón y su familia. Ejecutó también un busto de la emperatriz Josefina.
Bosio ejecutaría las alegorías de Francia y la Fidelidad para el monumento que concibió el arquitecto Louis-Hippolyte Lebas para el Palacio de Justicia de París, que fue inaugurado en diciembre de 1822. En 1821, Luis XVIII le nombró caballero de la Orden de San Miguel. Esculpió la estatua ecuestre del rey Luis XIV para la Plaza de las Victorias y fue nombrado oficial de la Legión de Honor. Carlos X le nombró barón en 1825.
Enrique IV de Francia (1553-1610)
Enrique IV fue el primer monarca de la Casa de Borbón en Francia, una rama cadete de la dinastía de los Capetos. Nació en 1553 y fue inicialmente rey de Navarra como Enrique III, antes de heredar el trono francés tras la muerte de Enrique III de Francia. También fue copríncipe de Andorra entre 1572 y 1610.
Algunos de los aspectos más interesantes de su reinado: Enrique IV era protestante (hugonote), pero para consolidar su poder y pacificar el reino, se convirtió al catolicismo en 1593, pronunciando la famosa frase: «París bien vale una misa». Puso fin a las Guerras de Religión entre católicos y protestantes, garantizando la libertad religiosa a los hugonotes y estableciendo la paz en Francia mediante el Edicto de Nantes (1598). Impulsó la recuperación económica tras años de guerra, fomentando el comercio, la agricultura y la infraestructura. Su ministro Maximilien de Béthune (duque de Sully) fue clave en estas reformas. Su principal éxito en política exterior fue la Paz de Vervins en 1598, que puso paz en el largo conflicto con España. Formó una alianza estratégica con Inglaterra. También forjó alianzas con estados protestantes, como la República Neerlandesa y varios estados alemanes, para contrarrestar a las potencias católicas. Sus políticas contribuyeron a la estabilidad y al protagonismo de Francia en los asuntos europeos. Fue asesinado en París por un fanático católico, François Ravaillac, lo que llevó al trono a su hijo, Luis XIII.
Es recordado como un rey pragmático y tolerante, que supo unificar Francia tras décadas de conflicto religioso y sentó las bases para el absolutismo de los Borbones. Su reinado marcó el inicio de una Francia más estable y próspera.
Estilo y época Napoleón III o Segundo Imperio
El estilo Napoleón III o Segundo Imperio recibe su nombre debido a que nació en Francia en aquel momento. Estrictamente, el Segundo Imperio fue proclamado en 1852 y terminó en 1870, dirigido por Luis Napoleón Bonaparte como emperador de los franceses, aunque en el sentido artístico se extiende unos años más (hasta 1880). Dicho estilo tuvo una gran acogida entre la burguesía francesa. El propio emperador estuvo involucrado en el desarrollo artístico del momento, aunque más ligado con la arquitectura. Sin embargo, es a la emperatriz Eugenia a quien se le debe la evolución de las artes decorativas.
Aunque se inspira en los estilos del pasado, empezando por la Antigüedad Clásica, el Renacimiento, incluso en el Luis XVI, muy querido por Eugenia, la característica más representativa del estilo es la suntuosidad y ostentación, aspirando siempre a mostrar la riqueza y opulencia.
No es un estilo diseñado específicamente para el Segundo Imperio, sino una recuperación de los diferentes grandes estilos franceses de los siglos anteriores, una especie de recopilación de las tendencias decorativas francesas. Se hace especial referencia al Luis XIV, Luis XV, Barroco y Rococó, y poco a poco el Luis XVI, de base eclecticista. En definitiva, los estilos decorativos que habían posicionado a Francia a la cabeza del interiorismo y diseño de mobiliario en Europa, tanto por calidad como por originalidad y belleza.