Descripción
Excepcional escultura de mármol negro belga sobre base de hierro que representa parte de un torso femenino estilizado. Lo que convierte a esta obra en una pieza única es el contraste entre la superficie pulida y brillante de la zona anterior o frontal, la cual nos ofrece una mirada suave y serena, con la parte posterior, donde el mármol presenta un acabado en bruto, sin pulir, con formas más rugosas e irregulares. El artista muestra así su dominio de la técnica, combinando curvas con suaves zonas abruptas sin trabajar que recortan todo el perfil, lo que sugiere una tensión entre lo natural y lo esculpido.
Probablemente, esta elección de no intervenir toda la superficie, dejando parte del bloque en su estado bruto, pretenda explorar de alguna forma la naturaleza humana o la dualidad entre lo perfecto y lo imperfecto o inacabado. Esta técnica ya fue utilizada por grandes artistas como Auguste Rodin (1840-1917), quien buscaba romper con los cánones clásicos. De esta forma creaba esculturas con grandes contrastes, creando la sensación de que la escultura emerge de la piedra. El contraste de superficies y el color oscuro de la piedra crea contrastes visuales, de luces, reflejos y sombras que embaucan al espectador. Podría decirse que es un diálogo entre lo humano (representado en el pecho femenino) y lo natural (superficies de la piedra natural sin pulir).
En la zona posterior se encuentra el sello o firma del autor, las iniciales “J.J.M.” creadas con espirales y elementos geométricos. Esta firma garantiza que es una obra única y original que se convertirá en la protagonista de cualquier espacio en el que se ubique.