Description
Excelente obra cerámica en forma de testa di moro, en blanco brillante y detalles en oro que aportan profundidad, dinamismo y personalidad a la figura, marcando el iris, los pendientes y los pliegues del tocado. En el rostro se aprecian los rasgos característicos de esta tipología, con unos ojos penetrantes y unos labios voluptuosos que acentúan su expresión. Firmado Bonsan en un lateral del cuello.
La historia de la testa di moro tiene su origen en una particular relación amorosa entre dos jóvenes de la época de la dominación árabe de Sicilia, durante el siglo XI. La leyenda habla de una bella muchacha que vivía en el barrio árabe de la ciudad de Palermo. Mientras cuidaba las plantas de su balcón, un mercader de origen moro se enamoró de ella. La joven correspondió a su amor, para poco después descubrir que el hombre estaba a punto de abandonarla para regresar a su tierra natal, donde tenía mujer e hijos. Movida por los celos, la joven encontró la manera de retener al hombre con ella para siempre: le cortó la cabeza y la utilizó como jarrón para cultivar sus plantas. Cuando los vecinos se dieron cuenta de lo florecientes que estaban sus plantas, comenzaron a crear este tipo de macetas y, desde entonces, es típico encontrarlas decorando los balcones de los palacios sicilianos.
Arte e historia se unen en estas piezas que a día de hoy siguen asombrando a muchos artistas y diseñadores, que optan por reinterpretar esta icónica figura con nuevas formas, colores y motivos.
Perfecta tanto para ambientes clásicos como modernos, puede utilizarse como jarrón, florero, o simple elemento decorativo, lleno de personalidad.