Descripción
Extraordinario y poco visto collar étnico realizado en metal bañado en plata, procedente de Tailandia. Recientemente enmarcado en un gran marco con cristal flotante. Se trata de una pieza que presenta la esencia de exotismo y sofisticación que caracteriza a los países de Oriente. Procede de Laos o Tailandia, concretamente de un subgrupo del pueblo Miao, los Hmong. Compuesto por 10 semicírculos, al estilo de los collares ceremoniales. Este tipo de collar se usaba a menudo para bodas y probablemente data de la segunda mitad del siglo XX, alrededor de 1950.
Los Miao son una minoría étnica que se encuentra principalmente en la intersección del norte de Tailandia, Laos, Myanmar y China. Miao es el término oficial para cuatro grupos distintos de personas que sólo están relacionadas a través del idioma o la cultura: el pueblo Hmu, el pueblo Qo Xiong, el pueblo A-Hmao y el pueblo Hmong. Hay unos nueve millones de Miao en China, de los cuales los Hmong constituyen probablemente un tercio.
El pueblo Miao considera los textiles, la ropa y los accesorios como expresiones de identidad. El material y los diseños plateados, como este, también cumplen una función protectora, promoviendo la salud y la seguridad del usuario, al tiempo que presentan una pantalla deslumbrante que deleita la vista. Los Miao siempre han sido plateros de renombre, sus joyas solían estar hechas de monedas de plata fundidas. Por lo tanto, las mujeres llevaban una parte del patrimonio familiar y proclamaban así su estatus social. Hoy en día, la mayoría de las joyas están hechas de una aleación de varios metales, incluidos el cobre plateado y el zinc.
Las familias Miao comienzan a recolectar joyas de plata para sus hijas cuando son bebés, y las guardan en una caja de madera especial en anticipación del día de su boda, cuando muestran sus mejores galas para todo el pueblo. Un traje de boda a menudo incluye varios collares de plata exquisitamente diseñados que representan la belleza, la riqueza y la dignidad y se cree que alejan el mal. Las joyas se transmiten de generación en generación.
Estas piezas étnicas tenían un espacio en el mercado de coleccionismo de Francia porque precisamente se solían fundir monedas de plata francesas para hacer los collares o reparar los existentes. Además, tiene algunas comunidades más pequeñas en la Guayana Francesa, región de ultramar de Francia. Esta pieza de arte popular puede ser perfecta para adaptarse a diferentes espacios.