Descripción
Gran óleo sobre lienzo firmado por Lluís Muntané Muns en el que se representa una agradable escena cotidiana, aristócratas y burgueses dando un paseo por una amplia avenida, el Paseo de Isabel II en Barcelona. Las damas con sus elegantes vestidos y sombrillas y los hombres con abrigos largos.
La composición se divide en una franja horizontal en la mitad inferior en la que se disponen los distintos personajes, conversando entre ellos, flanqueados por los árboles que aparecen en los extremos. Tras ellos, en el centro de la composición se eleva un gran edificio de estilo neoclásico que fuga hacia el paisaje que se vislumbra al fondo. El edificio es la Llotja de Barcelona, un edificio de fachada neoclásica que esconde en su interior uno de los tesoros del gótico civil catalán. Ha sido sede de instituciones tan emblemáticas como el Consulat del Mar, la Cámara Oficial del Comercio de Barcelona o la Bolsa de Barcelona (hasta 1922).
Lluís Muntané Muns apostó por un academicismo realista, de gran calidad pero de sobria y estática expresión, lo cual recuerda también a algunas de las características del noucentisme catalán. Aunque la mayor parte de su trayectoria se dedicó a los retratos, también cultivó el muralismo. Amante del claroscuro, consiguió dotar de calidez a sus ambientes plásticos con una paleta igualmente elegante y contenida. Sus composiciones siempre están bien construidas y tienen la elegancia que parece una nota dominante en todos los aspectos de su obra.
Noucentisme o Novencentismo designa a un movimiento cultural que se inició en 1906 en Cataluña (propugnado por Eugenio d’Ors), reivindicando la necesidad de un clasicismo con sentido de modernidad, pero que se vinculase al mismo tiempo a la tradición, dado su talante nacionalista. Identidad catalana vinculada al sustrato clásico de Cataluña y a su vinculación con el Mediterráneo. Quería romper con el carácter cosmopolita del Modernismo y la fugacidad del Impresionismo. Se propuso conseguir un arte más objetivo, constante y, en última instancia, eterno. Para ello se acudió a la idea de lo “clásico” (pero nunca una copia explícita de dicho periodo) y lo “mediterráneo” y la manera de plasmarlo en la pintura fue mediante composiciones estáticas, equilibradas, y sencillas. Hay que puntualizar que no se puede entender como un estilo, sino como una serie de ideas que cada artista entiende a su manera.
En este caso, el recuerdo del noucentisme se aprecia sobre todo en lo compositivo: sensación de serenidad, proporción, las figuras no presentan movimientos muy exagerados ni grandilocuentes… Intenta representar lo eterno a través del equilibrio compositivo. Los colores parecen apagados porque se buscaba este efecto, pues entendían lo clásico como algo sereno y equilibrado.
Lluís Muntané Muns (Mataró, Barcelona, 1899 – Barcelona, 1987)
Discípulo de Vicente Borrás y de José Mongrell (del que tomó el uso de la luz dramática y la frecuencia en el tema de la figura femenina) en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, disfrutó de un pensionado de la Diputación, con el que viajó, en 1927, por Italia.
Se casó con la también pintora Teresa Condeminas. De talante independiente, su estilo cambió poco a lo largo de su trayectoria, apostando por un academicismo realista de gran calidad pero de sobria y estática expresión. Amante de los tonos sombríos, consiguió dotar de calidez a sus ambientes plásticos.
Eligió como tema principal la figura femenina, captada habitualmente en movimiento. Su actitud es expectante y en muchas ocasiones se ve envuelta de ricos ropajes, aspecto que acentúa una siempre contenida elegancia. Experto retratista, realizó bodegones, paisajes y escenas religiosas. Practicó también la pintura mural. Sus retratos al carbón muestran un dominio de la técnica del dibujo y en el campo del grabado destaca especialmente su maestría en la serie de imágenes que ejecutó en torno a la Barcelona ochocentista.
Catedrático de Dibujo al Natural en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona desde 1940 hasta 1969, dirigió la institución entre 1945 y 1948. Una amplia colección de premios y distinciones acompañaron la brillante carrera del artista, de entre los que cabe destacar el Premio Nacional de Pintura y el de Grabado. Acudió a los certámenes artísticos que se celebraron en Barcelona, Madrid, París y Buenos Aires. Realizó su primera exposición individual en las Galerías Syra de Barcelona en 1930. En 1968 fue nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
- La biografía ha sido creada a través de Real Academia de la Historia (Lluís Muntané Muns | Real Academia de la Historia (rah.es))