Description
Impactante grabado de Juan Barjola, firmado en la esquina inferior derecha y numerado en la izquierda (49/99). Bajo el título “Tauromaquia: caída y cogida” representa una escena taurina llena de dramatismo. La serie a la que pertenece se caracteriza por representar escenas de lucha constante. En ella se entremezclan de manera dramática los personajes del ruedo con los del tendido: espectadores, picadores, toreros y toros. Dentro de la tauromaquia, el tema más ampliamente representado por el autor era precisamente el momento de participación del caballo, con un resultado fatal para este último. Nunca se representa un momento triunfal.
Como describe Antonio Gamoneda en su obra Barjola, tauromaquia y destino: “creo que siempre, el caballo tiene el papel de víctima supliciada, velózmente arrastrado hasta la muerte por una acción a la que es ajeno, una acción en la que el caballo es el «inocente». Por eso hay siempre gesto de supremo dolor, de protesta, de súplica en la emergencia de su cabeza, en la horrible crispación de la dentadura. Si en los cuadros de Barjola hay piedad (que sí la hay, estoy seguro), su representación está confiada a esas cabezas de caballo en su insoportable, clamorosa expresión.”
En general, la obra de Barjola se muestra profundamente marcada por el ambiente bélico de la época que vivió, pero destaca de una manera especial en la serie de grabados de la Tauromaquia, inspirada directamente en las tensiones y los traumas sufridos por la Guerra Civil española y en los versos de Rafael Alberti referidos a este tema. Se les suele relacionar también con el “Guernica” (1937), por la representación inmortalizada de los horrores de la guerra y, en este caso concreto, por la cabeza del caballo como símbolo de dolor y sufrimiento.
Autor de gran personalidad, se vale para ello del estilo expresionista. La realidad se deforma para poder ser expresada de una forma mucho más subjetiva, mostrando sentimientos y emociones bajo un filtro de pesimismo. Se escoge temática oscura, sórdida, un mundo degradado, lleno de soledad, miseria, angustia, violencia y muerte, todo ello mediante pinceladas rápidas, sueltas y expresivas y un claro rechazo de la mímesis, todo ello como reflejo de la amargura existencialista y la visión trágica del ser humano y de la vida.
Juan Barjola (1919-2004)
Extremeño de nacimiento, Juan Barjola fue un reconocido autor a nivel internacional, cuya obra oscila entre la abstracción y un expresionismo muy personal. Se formó entre la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz, la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Gracias a una beca de la Fundación Juan March viajó a París y Bélgica, donde continuó con su aprendizaje.
Entre los numerosos galardones que recibió destaca la Medalla de Extremadura, en 1991, la Medalla de Oro Eugenio d’Ors, en 1963, y el Premio Nacional de Artes Plásticas, en 1985. En 1988, con motivo de la inauguración de un museo dedicado a su trayectoria en Gijón, donó gran parte de su obra a la institución, donde actualmente se conserva y estudia, además de en el Museo Centro Nacional de Arte Reina Sofía, Museo Iberoamericano de Arte Contemporáneo, Museo de Bellas Artes de Asturias…