“La paz y las artes valen más que la brutal gloria de las armas”, Philippe Swyncop, 1903 – Bélgica, Escuela Flamenca

Descripción

Exquisito óleo sobre lienzo firmado y fechado por el artista belga Philippe Swyncop (1878 – 1949) en la esquina inferior izquierda. En la placa que se encuentra en la parte inferior del marco se lee: “La Paix et les Arts valent mieux que la Gloire brutale des armes”; es decir, La paz y las artes valen más que la brutal gloria de las armas. En el lienzo se representa, por tanto, una alegoría sobre el triunfo de la paz y las artes frente a las brutales consecuencias de la guerra.

En el lado derecho, de pie, un hombre que representa la Guerra, sumido en las sombras y sosteniendo la espada con la que acaba de matar a un joven, cuyo cuerpo aparece tendido en el suelo en un violento escorzo, cuya cabeza parece traspasar los límites del lienzo. A su lado, una mujer llora desconsolada por la pérdida, en representación de la devastación y los horrores provocados por la guerra.

Y frente a la guerra, las artes. En el lado izquierdo la vegetación se vuelve exuberante. El color acompaña al significado de la obra. Todo el significado parece contenido en el infante, la única figura que mira directamente al espectador y se muestra sonriente.

En esta obra se aprecian las características de la pintura flamenca. Dicha escuela tuvo su origen en el siglo XV, y asumió un papel fundamental en la Historia del Arte europeo durante los siglos XV, XVI y XVII, aunque su influencia se mantuvo durante los siglos posteriores. Durante la etapa barroca fue Rubens el autor más influyente y el que mejor expresó las tendencias de este movimiento. La obra de Rubens está marcada por su paso por Italia, donde se dedicó al estudio de la Antigüedad clásica y del renacimiento italiano, especialmente atraído por la escuela veneciana y por autores como Caravaggio y Annibale Carracci, de quien tomó su sensibilidad y sentido de la belleza compatible con la expresión enérgica de los sentimientos. Debido a la influencia de la pintura flamenca, las figuras se muestran rotundas y voluminosas, con un estudio anatómico muy preciso. Destaca también la complejidad de la composición, con numerosas figuras y una complicada disposición. No se puede obviar tampoco la importancia del color frente al dibujo, a lo que se suma la pincelada suelta y vaporosa, reminiscencia aun del estudio y asimilación de Rubens de las características de la escuela veneciana, junto con el sentido decorativista.

En el centro de la composición, la vegetación se abre para dar paso a un campo abierto donde, en un plano alejado, se encuentra una pareja danzando. El triunfo de la vida. Es también el recuerdo de la figura literaria “hortus conclusus”, que aparece por primera vez en el relato bíblico del Cantar de los Cantares, evocando al Edén, el jardín idílico, cerrado, creado por Dios para el hombre y del que fue expulsado. Fue precisamente el deseo de recuperar este paraíso perdido el que impulsó el carácter poético de esta figura y lo que la hizo perdurar en el tiempo, desde las primeras representaciones medievales (basadas en la interpretación cristiana), hasta las diversas tendencias artísticas del siglo XX.

Philippe Swyncop fue un pintor, dibujante e ilustrador de origen belga. Se formó en la Academia de Bruselas, aunque nunca dejó de viajar, lo que provoca que su estilo personal se formase por la suma de múltiples influencias. En sus obras se encuentran continuas referencias al arte renacentista y a los desnudos de los grandes maestros de la pintura, demostrando su formación clásica y academicista. Es especialmente reconocido por sus retratos, por lo que esta gran obra destaca dentro de su producción, dadas sus grandes dimensiones y su temática. Es una mezcla entre el modernismo propio de la época que vivió y su profundo deseo de evocar un clasicismo depurado, idealizado, de una belleza rebosante, tratando así de vincularse con los grandes maestros de épocas anteriores.