Descripción
Extraordinaria escultura realizada en bronce, en la Era Showa, en Japón. Representa a un caballo en una postura singular, con las patas delanteras abiertas, como si se estuviera agachando o realizando una reverencia. Se captura un momento de movimiento o acción, esta posición inusual le otorga una gran expresividad. El animal está decorado con lujosas telas de estampados florales, que aportan el toque de color a la pieza, destacando por su delicado relieve en las cintas de la montura.
El caballo ha sido un símbolo importante en la cultura japonesa desde la antigüedad, donde desempeñaba roles tanto militares como espirituales. En la tradición sintoísta, el caballo es considerado la montura sagrada de los kami (deidades), y se le ofrecían caballos o representaciones de éstos como ofrendas en rituales. Esta escultura no solo refleja el respeto y la veneración por el animal, sino también la profunda conexión de Japón con su simbolismo religioso y cultural.
El detalle anatómico del caballo es notable, mostrando un modelado realista que resalta su elegancia y porte estilizado. La pieza remite a una época en la que los caballos no solo eran una herramienta de guerra, sino también un ser cargado de significado espiritual y cultural en Japón.
La escultura pertenece a la Era Showa (1926-1989), un período de gran transformación en Japón, marcado por el auge de la modernidad y la interacción con influencias culturales occidentales. Durante este tiempo, las artes japonesas experimentaron una fusión de tradiciones antiguas con nuevos enfoques artísticos. En el contexto de la Era Showa, esta pieza de bronce refleja tanto la continuidad de la veneración tradicional por el caballo como una reinterpretación contemporánea de su figura, fusionando elementos clásicos con una estética más moderna.