Description
Encantadora estampa japonesa titulada “Peonías en Yotsume-Honjo” del conocido artista japonés Ogata Gekkō, uno de los mejores exponentes del ukiyo-e durante la era Meiji (1868 – 1912). Se nos presenta una escena rural en la que aparecen tres figuras femeninas cuidando unas peonías. En el fondo se avista un sencillo paisaje arbolado y algunas casas típicas campesinas. En primer plano encontramos dos mujeres, una agachada que porta una maceta con una peonía mientras otra mujer mejor vestida la observa. En segundo plano vemos una mujer encargándose de otras tantas plantas de peonía.
El ukiyo-e es un género de arte japonés que floreció entre los siglos XVII y XIX. Se caracteriza principalmente por sus grabados en madera, aunque también incluye pinturas. El término «ukiyo-e» se traduce como «imágenes del mundo flotante», y refleja la vida urbana y los placeres efímeros de la época Edo en Japón. Las obras de ukiyo-e abarcan una amplia gama de temas, desde paisajes y escenas de la vida cotidiana hasta retratos de actores de kabuki y cortesanas. Artistas famosos como Hokusai e Hiroshige son conocidos por sus icónicas series de paisajes, como «La gran ola de Kanagawa» y «Cincuenta y tres estaciones de Tōkaidō».
Ogata Gekkō
Ogata Gekkō (1859-1920) fue un destacado artista japonés conocido por sus grabados en madera y pinturas en el estilo ukiyo-e. Nació como Nakagami Masanosuke en Edo (actual Tokio) y fue autodidacta en el arte. Su carrera comenzó decorando porcelana y rickshaws, y diseñando folletos para los barrios de placer.
Gekkō ganó reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional, siendo uno de los primeros artistas japoneses en obtener una audiencia global. Sus obras abarcan una variedad de temas, incluyendo escenas históricas y mitológicas, así como paisajes y retratos. Entre sus series más conocidas se encuentran «Gekkō Zuihitsu» (Ensayos de Gekkō) y «Fuji hyakkei» (Cien vistas del Monte Fuji). Además de su éxito en exposiciones internacionales, como la Exposición Mundial de Chicago en 1893 y la Exposición Universal de París en 1900, Gekkō también fue reconocido en Japón, donde el Emperador Meiji compró una de sus pinturas.