Descripción
Magnífico puff en color naranja coñac diseñado por Luigi Massoni para Poltrona Frau, este puff forma parte de la icónica serie “Dilly Dally” editada durante la década de 1970.
De forma cilíndrica corta y líneas suaves, la pieza combina funcionalidad, movilidad y sofisticación, con una estructura uniforme tapizada en cuero color naranja coñac, un material por el que es conocida la casa Poltrona Frau. La parte superior está coronada por un cojín mullido, extraíble, cuyo acabado capitoné central, con botón forrado, aporta un delicado juego visual y de texturas.
Un detalle ingenioso del diseño son las hendiduras laterales, que facilitan la extracción del cojín y convierte al puff en una pieza de doble uso, ya sea como asiento o como un pequeño contenedor. La base incorpora cuatro ruedines de acero, que permiten un desplazamiento fluido sin comprometer la estética del conjunto. Esta fusión de materiales nobles como el cuero y el acero, junto con su diseño modular y su espíritu lúdico, lo convierten en una pieza emblemática del diseño italiano de los años 70, una época en la que se buscaba combinar la funcionalidad con la esculturalidad.
Luigi Massoni: El diseñador industrial y arquitecto italiano
Luigi Massoni fue una figura clave en la evolución del diseño industrial italiano de la posguerra. Formado como arquitecto en la Escuela Politécnica de Milán, su trayectoria profesional estuvo profundamente vinculada al desarrollo de una estética moderna, funcional y refinada que caracterizó el diseño italiano de mediados del siglo XX.
A partir de los años 50, trabajó como consultor y diseñador para marcas emblemáticas como Cappellini, Guzzini, Poltrona Frau y Fratelli Guzzini, dejando una huella duradera en la configuración de productos domésticos e industriales. Fue uno de los pioneros en introducir el concepto de diseño integral, participando no solo en el objeto en sí, sino también en la imagen corporativa, el packaging y la comunicación visual de las marcas para las que trabajaba.
Massoni destacó por fusionar materiales tradicionales, como la madera o el cuero, con tecnologías modernas como plásticos y metales, en objetos que combinaban elegancia, utilidad y una fuerte carga simbólica. Su aproximación era tanto técnica como poética: sabía dotar a los objetos más simples de una carga visual poderosa y de un diseño ergonómico al servicio del usuario. En el caso de Poltrona Frau, su colaboración fue fundamental para modernizar la imagen de la firma, aportando productos como el juego de tocador “Dilly Dally”, que reflejan su preocupación por la versatilidad, la movilidad y la belleza cotidiana. Su legado sigue vivo en muchas piezas aún en producción y en colecciones permanentes de diseño industrial.