Descripción
Espectacular espejo realizado en madera preciosa de palosanto, finamente tallado. Se trata de una increíble pieza de grandes dimensiones. Presenta un copete de estilo francés, donde aparece una paloma con grandes alas abiertas simétricamente dispuestas, que le aporta una elegancia y majestuosidad de corte clásico. Pergaminos y rocallas enmarcan el perfil del espejo. También cuenta con decoraciones de guirnaldas, donde destacan rosas, de exquisita mano de obra. Tiene una talla magnífica, de muy buena factura.
Es un espejo estupendo para tenerlo de pie, apoyado en la pared, o colgado, si se tiene un techo alto. Además, se conserva con el color original de la madera pero se podría aclarar y decapar, o incluso dorar. Es ideal para convertir cualquier estancia de la casa en un lugar distinguido, es ideal para salas, recibidores o dormitorios ambientados en un estilo barroco o vintage. Sin duda, este espejo combina el arte con la funcionalidad, convirtiéndolo en una pieza única para un lugar extraordinario.
Estilo y época Napoleón III o Segundo Imperio
El estilo Napoleón III o Segundo Imperio recibe su nombre debido a que nació en Francia en aquel momento. Estrictamente, el Segundo Imperio fue proclamado en 1852 y terminó en 1870, dirigido por Luis Napoleón Bonaparte como emperador de los franceses, aunque en el sentido artístico se extiende unos años más (hasta 1880). Dicho estilo tuvo una gran acogida entre la burguesía francesa. El propio emperador estuvo involucrado en el desarrollo artístico del momento, aunque más ligado con la arquitectura. Sin embargo, es a la emperatriz Eugenia a quien se le debe la evolución de las artes decorativas.
Aunque se inspira en los estilos del pasado, empezando por la Antigüedad Clásica, el Renacimiento, incluso en el Luis XVI, muy querido por Eugenia, la característica más representativa del estilo es la suntuosidad y ostentación, aspirando siempre a mostrar la riqueza y opulencia.
No es un estilo diseñado específicamente para el Segundo Imperio, sino una recuperación de los diferentes grandes estilos franceses de los siglos anteriores, una especie de recopilación de las tendencias decorativas francesas. Se hace especial referencia al Luis XIV, Luis XV, Barroco y Rococó, y poco a poco el Luis XVI, de base eclecticista. En definitiva, los estilos decorativos que habían posicionado a Francia a la cabeza del interiorismo y diseño de mobiliario en Europa, tanto por calidad como por originalidad y belleza.