Description
Impresionante espejo francés de estilo Regencia o Luis XVI, realizado en época de Napoleón III (1852-1880), época en la que se recuperaron algunos de los estilos del pasado francés. La Regencia francesa hace referencia al periodo posterior a la muerte de Luis XIV, entre el 1 de septiembre de 1715 y el 15 de febrero de 1723, durante el cual el rey Luis XV era menor de edad y Francia estuvo gobernada por el regente Felipe de Orleans.
Este exuberante espejo presenta una forma ovalada o ligeramente elíptica, rodeada por un marco exquisitamente dorado con oro fino y sumamente ornamentado. El marco no es uniforme en su anchura; se amplía y se decora de manera elaborada en varias secciones clave, particularmente en la parte superior, donde se desarrolla un copete o remate ornamentado de gran tamaño, que presenta en su zona central un ramo de flores, enmarcado por multitud de rocallas que crean una suerte de arquitectura efímera. Además, adornos en las esquinas y mitad de cada lado que potencian su forma y aportan una continuidad decorativa; elementos florales, jarrones, aves… ricos motivos tallados a mano. Recuerda a los imponentes espejos de consola o de pared palaciegos del siglo XVIII. El dorado es un extraordinario oro al agua bruñido con piedra ágata, que muestra una rica pátina acumulada.
Con este exquisito espejo aportarás un estilo refinado y elegante a cualquier espacio y ambiente. Son espejos muy buscados en el mercado del arte por su refinamiento y estética atemporal. Apto en cualquier ambiente, en composición con más espejos o como pieza única, de gran presencia y elegancia.
Estilo y época Napoleón III o Segundo Imperio
El estilo Napoleón III o Segundo Imperio recibe su nombre debido a que nació en Francia en aquel momento. Estrictamente, el Segundo Imperio fue proclamado en 1852 y terminó en 1870, dirigido por Luis Napoleón Bonaparte como emperador de los franceses, aunque en el sentido artístico se extiende unos años más (hasta 1880). Dicho estilo tuvo una gran acogida entre la burguesía francesa. El propio emperador estuvo involucrado en el desarrollo artístico del momento, aunque más ligado con la arquitectura. Sin embargo, es a la emperatriz Eugenia a quien se le debe la evolución de las artes decorativas.
Aunque se inspira en los estilos del pasado, empezando por la Antigüedad Clásica, el Renacimiento, incluso en el Luis XVI, muy querido por Eugenia, la característica más representativa del estilo es la suntuosidad y ostentación, aspirando siempre a mostrar la riqueza y opulencia.
No es un estilo diseñado específicamente para el Segundo Imperio, sino una recuperación de los diferentes grandes estilos franceses de los siglos anteriores, una especie de recopilación de las tendencias decorativas francesas. Se hace especial referencia al Luis XIV, Luis XV, Barroco y Rococó, y poco a poco el Luis XVI, de base eclecticista. En definitiva, los estilos decorativos que habían posicionado a Francia a la cabeza del interiorismo y diseño de mobiliario en Europa, tanto por calidad como por originalidad y belleza.