Description
Elegante mesa de centro o gueridón francés en estilo Imperio, aunque también puede ser utilizado como mesa de trabajo o de comedor. Realizada en madera de raíz de nogal y mármol verde de brillante veta blanca. Excelente calidad, conservada en gran estado. Sobre de mármol de una sola pieza y rigurosamente circular. Estructura sencilla, presenta tres patas de sección circular que remiten a la forma de una columna, unidas por una suerte de chambrana triangular que refuerza la estructura. Es una pieza original y única, adquirida en una colección privada francesa. Dicho estilo se caracteriza por las líneas rectas, majestuosas y masivas, con la intención de transmitir la grandeza de la nación francesa al mundo. El emperador trató de usar el arte para afirmar su poder político.
Estilo Imperio francés (1804-1830)
El estilo Imperio francés se inserta dentro del Neoclasicismo, una reacción que surgió a finales del siglo XVIII frente al estilo Barroco y el Rococó. Tiene como antecedente el llamado estilo Directorio, con el que comparte gran parte de sus características formales. Dicha reacción se inspira en el arte clásico, inspirado a su vez por el estudio de la antigüedad clásica y las excavaciones arqueológicas que estaban teniendo lugar en esa época en Roma, Pompeya, Herculano, Paestum… además de en las teóricas estéticas de Winckelmann y el desarrollo del estudio de la cultura egipcia, que se puso de moda en esa época en Francia debido a las campañas de Napoleón en Egipto.
La datación de dicho estilo corresponde con los años en los que Napoleón fue nombrado cónsul (1799-1804) y emperador de Francia, como Napoleón I Bonaparte (1804), hasta su derrota en Waterloo (1815). Sin embargo, en cuanto al mobiliario, el estilo se prolongó unos 15 años más, hasta la década de 1830, hasta el periodo de la Restauración (vuelta de la dinastía borbónica).
Desde Francia, el estilo Imperio se extendió por el resto de Europa, ocupando distintas denominaciones. Influyó enormemente en el estilo Regencia del Reino Unido, pero también llegó a Alemania, Italia (estilo Imperio italiano), España, aunque de manera algo más tardía (estilo Fernandino), Suecia, o incluso Rusia.
En cuanto a lo formal, el estilo Imperio apuesta por lo majestuoso, pero siempre desde la elegancia y el retorno a la simetría clásica. Es una vuelta a las formas clásicas, basada en la línea recta y los planos horizontales, donde la geometría cobra una vital importancia. Los muebles de este periodo son algo austeros, con líneas rectas y superficies planas. Prefiere, además, las decoraciones en bronce plano, a menudo dorado, a las tallas refinadas de años anteriores.
En definitiva, representa la grandeza del régimen napoleónico, equiparándose con el Imperio de Alejandro Magno, el de Julio César, o incluso el faraón Ramsés II.