Descripción
“Au club hippique» (“En el club de hípica”), del artista de origen valenciano Fran Baró se presenta como una obra colorida y agradable en la que se capta un momento distendido de una reunión o evento en un club ecuestre. Los personajes que aparecen, bien subidos en sus caballos o bien paseando por el recinto visten los típicos trajes rojos de algunas actividades relacionadas con la equitación.
Las carreras de caballos se convirtieron en eventos sociales de gran prestigio, uno de los pasatiempos preferidos de las clases elevadas de la Europa del momento. La élite utilizó este tipo de eventos para exhibirse y entablar relaciones. La alta consideración y el dinamismo de este tipo de eventos hizo que se convirtiese en un tema atractivo para artistas como Degas, Théodore Géricault, Meissonier, entre otros. En un contexto en el que las clases privilegiadas hacían ostentación de su poder y posición a través de su ocio y tiempo libre, las carreras de caballos se alzaron como una de sus actividades favoritas en las que apostar.
La técnica evoca directamente al impresionismo. El artista, valiéndose de una pincelada rápida y suelta, logra captar la luz cambiante del paisaje, efecto por el que se muestra especialmente interesado. La forma en que el dibujo se va diluyendo por la simplificación de las figuras en pequeñas y rápidas manchas de color aporta vida a la obra. El impresionismo, nacido en Francia en el último tercio del siglo XIX, fue un movimiento artístico definido esencialmente a través de la pintura. Se caracterizó principalmente por perseguir como máxima aspiración plasmar la luz de un instante concreto, para lo que se valía de una pincelada disgregada, matérica y muy rápida. Gracias a los avances técnicos y científicos, que permitieron la creación de nuevos pigmentos, se extendió también el uso de los colores puros. Con ellos se conseguía una pureza y saturación de los colores impensable hasta el momento. Los colores complementarios se convirtieron también en algo fundamental, junto con el tipo de pincelada y la ausencia total del dibujo. Por este mismo motivo, las sombras pasaron de incluir el negro en su composición a pasar a denominarse “sombras coloreadas”, mezclando colores complementarios para oscurecerlos sin la necesidad del negro. Esto ayudaba también a crear una mayor sensación de profundidad.
Fran Baró (Valencia, 1926 – 2000)
Fran Baró fue un pintor español cuya obra se caracteriza por su estilo figurativo, influenciado por el impresionismo y el realismo. A lo largo de su carrera, se dedicó a la pintura de paisajes urbanos y escenas cotidianas, destacando especialmente en la representación de ciudades francesas como París y Honfleur.
Su formación artística se desarrolló en el entorno cultural de la posguerra española, aunque se trasladó a Francia en busca de mayores oportunidades y reconocimiento. En el país galo, Baró encontró un ambiente propicio para su estilo pictórico, participando en exposiciones y estableciendo contacto con otros artistas contemporáneos.
A lo largo de su vida participó en diversas exposiciones individuales y colectivas, tanto en España como en Francia. Su obra fue reconocida en el ámbito del arte contemporáneo, y sus pinturas se encuentran en colecciones privadas y públicas. A pesar de su éxito artístico, mantuvo un perfil discreto y alejado del foco mediático. Su legado perdura a través de su obra, que continúa siendo apreciada por su calidad técnica y sensibilidad estética.





























