Descripción
Exquisito aparador o gabinete japonés del siglo XX, lacado en negro. Mueble muy sofisticado, que además de ser funcional, refleja el simbolismo cultural unido a la estética japonesa, donde la utilidad y la belleza son inseparables. El mobiliario de alto nivel japonés solía estar lacado, por lo tanto este acabado es símbolo de tradición y le otorga a la pieza un resultado elegante y refinado, además de preservar y fortalecer el material.
Las patas de sable, que recuerdan a una espada japonesa, le aportan al aparador mayor sensación de ligereza, proporcionándole modernidad al mueble pero sin dejar de lado la tradición. Las curvas y la geometría de las patas contrastan de forma sutil con los detalles rectos y lineales de la estructura superior del aparador, lo que refuerza la sensación de armonía. Este tipo de patas tienen una carga simbólica relacionada con la elegancia, la disciplina y la tradición japonesa.
Los tiradores xilograbados son una parte importante y destacada de este mueble, ya que la caligrafía japonesa suele portar grandes significados (proverbios zen, poesías clásicas o términos filosóficos). También son una característica presente en los muebles de lujo. El frente del gabinete se divide en dos espacios que se abren mediante una puerta doble, donde los tiradores, en bronce pulido y con xilografías con caligrafía oriental, resaltan sobre el refinado color negro. Se pliegan o abren según las preferencias personales. Se convierten en refinadas esculturas que siguen la estética japonesa. El interior se divide gracias a una balda interna, para contribuir a un mayor espacio de almacenaje. El cuerpo del gabinete se extiende en la parte trasera con un acabado superior que realza visualmente y eleva el perfil estético de la pieza.
Gracias a un elemento tallado, en las esquinas, se unen las patas con la parte superior del mueble. El acabado lacado y la caligrafía combinan con la fluidez de las patas, creando una pieza atemporal que une la tradición japonesa con el diseño moderno del siglo XX.
Los muebles de origen japonés y, en general, la estética japonesa, actualmente están pasando por un resurgimiento, muy valorados en la decoración de interiores moderna. El minimalismo, junto con la calidez de los materiales naturales y el respeto por la funcionalidad, se alinean perfectamente con las tendencias actuales para crear espacios más tranquilos, equilibrados y sin sobrecarga visual. Estos muebles son apreciados por su estética, por su filosofía y su enfoque en la conexión con la naturaleza y el bienestar.