Descripción
Óleo sobre lienzo que representa un espectacular bodegón de frutas. Realizado durante el siglo XX, siguiendo modelos barrocos. Firmado en la esquina inferior derecha “Escuela Sevillana, J. Hernández”.
Presenta el estilo característico del género al que corresponde, realista y minucioso, que poco a poco fue ganando peso en la Historia del Arte. El gran artista Caravaggio (1573-1610) fue uno de los primeros artistas que representó naturalezas muertas con conciencia de obra pictórica, pero fueron muchos los que se valieron de él en algún momento de su carrera. Con orígenes en la antigüedad y muy popular en el arte occidental desde el siglo XVII, el bodegón da al artista más libertad compositiva que otros géneros pictóricos como el paisaje o los retratos. Antes de 1700, a menudo contenían un simbolismo religioso y alegórico en relación con los objetos que representaban.
También conocidos como naturalezas muertas, suelen presentar animales, flores, frutas, comidas, plantas… Su desarrollo se inscribe en el contexto de crecimiento de apreciación sobre la pintura y la explosión de interés por el naturalismo e imitación de la naturaleza que se empezó a desarrollar a finales del siglo anterior.
La obra, como es común en su género, destaca por la sobriedad de su composición y el interés tenebrista reflejado en el fondo oscuro, envuelto en una penumbra de la que parecen surgir los frutos, apoyados sobre la superficie de una tabla o mesa de madera. En cuanto a la composición, en la mitad derecha se encuentra un botijo de vino tapado con un tejido blanco y, a la izquierda, una cesta de mimbre de la que rebosan manzanas y uvas, que llegan a caer por la superficie de la mesa.