Description
Excepcional óleo sobre lienzo firmado por Narcisse Berchère, reconocido artista de origen francés. En él, el autor capta magistralmente la tranquila belleza del paisaje, utilizando una paleta de colores suaves y apagados. Se trata de la ciudad Asnières-sur-Seine, donde se instaló el artista definitivamente después de sus años viajando por Oriente Medio, donde desarrolló su etapa orientalista, su periodo más reconocido. Un cielo brumoso azul grisáceo transita suavemente a tonos azulados, creando una sensación de profundidad atmosférica. El valle se despliega en un tapiz de verdes y marrones, con campos que se extienden a través del primer y segundo plano. Las montañas distantes realzan aún más la profundidad de la pintura. Sin embargo, la escena idílica contrasta sutilmente con la creciente industrialización de la época, pues se aprecia también una bulliciosa escena industrial: edificios y chimeneas que emiten columnas de humo. La tranquila belleza de la naturaleza coexiste con las crecientes fuerzas de la industrialización.
Narcisse Berchère (1819- 1891)
Ampliamente reconocido como uno de los primeros pintores históricos más importantes del siglo XIX, Narcisse Berchère (1819- 1891) fue un pintor, grabador y litógrafo que pasó su infancia en la región de Etampes, donde cultivó muy pronto el arte del dibujo. Estudió en la Academia de Bellas Artes de París en el estudio de Théodore Rousseau y Corot, y siendo alumno de Charles-Caïus Renoux y Jean Charles Joseph Rémond; aunque parece haber sido más influenciado por los pintores de la Escuela de Barbizon que por sus mentores inmediatos.
Sus primeros paisajes tendían a ser oscuros y sobrios, aunque su paleta se volvió más rica y brillante una vez que visitó la Provenza y Oriente Medio, convirtiéndose en un maestro de la pintura orientalista gracias a las escenas captadas durante sus extensos viajes. Visitó Egipto, Siria, Asia Menor, Turquía, Grecia, Venecia… En 1856 pasó dos meses en Sinaí con León Belly y luego visitó el Bajo Egipto con el pintor Jean Léon Gérôme y el escultor Bartholdi, viajando por el valle del Nilo. Aunque es ampliamente considerado como un orientalista, Berchère nunca se obsesionó con los detalles de vestimenta o la arquitectura islámica, el interés principal del artista era la pintura de paisajes.
Ganó varias medallas en diversas Exposiciones Universales y, después de muchos años de viajar por el norte de África y Oriente Medio, se instaló en Asniéres-sur-Seine. Algunas de sus obras se conservan en el museo municipal de Étampes (Essonne).